Llevas varios años impartiendo cursos de formación profesional para el empleo, en concreto certificados de profesionalidad y tus alumnos te valoran bastante bien en las encuestas.
Has creado tus materiales didácticos , buscando información cuidadosamente no solo en libros de texto, sino también en Internet.
Ya tienes cierta habilidad en realizar búsquedas en el navegador Google seleccionando y estructurando cuidadosamente información y recursos didácticos según el programa formativo de la especialidad que impartes y la has redactado teniendo en cuenta el nivel formativo de tu alumnado. Finalmente has diseñado actividades y evaluaciones «de cosecha propia» o tomando como referencia otras que has encontrado en Internet. Actualizar la documentación de cada curso se convierte en tarea ardua pero vale la pena, porque podrás reutilizarla en los próximos cursos. Buen trabajo!
Has preparado varias presentaciones de Power Point de apoyo para explicar algunos de los contenidos, incluso has encontrado algunos contenidos en la Web y vídeos de Youtube y Vimeo relacionados con los módulos del curso. Los alumnos podrán visualizarlos en clase y serán una ayuda para los alumnos a los que les cuesta leer textos impresos. Comprender y asimilar a través de materiales audiovisuales, qué buena idea!
Te sientes seguro porque dominas la materia del curso y las aplicaciones de Google son de verdadera ayuda para preparar tus clases.
Sin embargo, notas a algunos de tus alumnos desmotivados, ausentes, algunos muestran interés pero les cuesta mucho entender y asimilar contenidos.
Tú sueles pensar: «Seguramente sea por su crítica situación laboral, porque no han elegido el curso que más se ajusta a sus intereses. Algunos vienen de colectivos sociales con dificultades…y han elegido este curso por la ayuda económica, no les interesa aprender una ocupación. Es normal…».
Hay cosas que no te gustan , pero no haces nada por cambiarlas.¿O quizá ya te has planteado cambiar cómo impartes las clases?
Si es así, es que de algún modo ya estás saliendo de tu zona de confort.
Si no lo has hecho todavía, empieza por preguntarte ¿Qué puedo empezar a cambiar?
¿Has probado a que sean tus alumnos los que elaboren actividades, presentaciones, tablas, encuestas, videos, documentos, etc. con herramientas TIC?
Las Google apps for Education son gratuitas y se encuentran disponibles en la red.
Un buen comienzo será que explores buenas prácticas de otros docentes, pruebes a utilizar alguna/s de las muchísimas herramientas TIC que hay en la red imaginando qué usos puedes darle en el aula, experimenta con ella/s con tus alumnos. Aprovecha los dispositivos que te ofrezca el centro de formación y comparte los resultados de estas experiencias con otros docentes a través de distintas redes sociales. En muy poco tiempo empezarás a ver resultados satisfactorios en las experiencias de aprendizaje de tus alumnos.
No lo dejes para más adelante, empieza a actuar!!