Visitamos la Asociación de Analógicos Anónimos

Visitamos la Asociación de Analógicos Anónimos

-«Me llamo Verónica y he sido hasta ahora una analógica convencida».

-«Hola, soy Eduardo  y reconozco que de vez en cuando sale mi lado analógico».

Hoy entrevistamos a Sara, coordinadora de la  «Asociación de Analógicos Anónimos«:

P: -¿Cuál es el perfil de las personas que acuden a vuestra asociación?

R: -«Quienes acuden a nosotros, reconocen tener escasas habilidades digitales que les hace sentirse excluidos social o profesionalmente y buscan una salida. Aquí encuentran apoyo en otras personas con las que se identifican y les ofrecemos distintas alternativas para salir de su situación. Es un gran paso para iniciar el cambio».

P: -Acabamos de escuchar cómo se presentaban dos nuevos socios.

R:- Si, Verónica y Eduardo, rondan los 55 años y eran «analógicos convencidos» pero han dado un paso adelante. Empezaron a utilizar ordenador cuando ya llevaban un tiempo en sus empresa y lo han utilizado como una versión avanzada de la máquina de escribir y el correo electrónico es su herramienta de comunicación digital por excelencia. Reconocen utilizar muy poco los ordenadores  fuera del trabajo, porque dicen ser de «otra generación», eso sí sus hijos les ayudaron a instalar hace poco whatsapp en sus móviles.

P: -¿Hablamos entonces de socios con determinada edad? ¿Es la edad la brecha digital?

R: -«Para nada,  en nuestra asociación vemos personas de muchas edades, unas aprendieron a manejar un ordenador  al incorporarse al mundo laboral, o en el colegio, pero su historia es de una relación amor-odio con la tecnología. En las primeras sesiones, muchos reconocen que  la tecnología nunca ha sido lo suyo.Suelen comentar:»Eso es cosa de informáticos o de frikis«. Además, se justifican diciendo no tener tiempo, ni en el trabajo ni en casa para aprender a usar tantas aplicaciones y dispositivos.

Ayer mismo, dos compañeras de trabajo con 15 años de experiencia laboral , afirmaban que una aplicación corporativa, M. Office y el buscador de Google eran más que suficientes para realizar su trabajo, pero en su empresa han empezado a trabajar con compañeros de otras oficinas en distintos países y les hablan de «aplicaciones en la nube» y trabajo colaborativo.

asociacion

Lo que notamos últimamente es que se acercan a la asociación jóvenes que utilizan Internet en sus móviles y en ordenadores pero están intuyendo usos y beneficios de Internet que se están perdiendo  y buscan quien les ayude a descubrirlos. Tenemos claro que la clave no es la edad sino su actitud frente al cambio».

P: -¿Cuál suele ser su motivación para acercarse a esta asociación?.

R:-«Muchos reconocen que últimamente están dejando pasar oportunidades de mejora profesional, se auto-excluyen de determinadas ofertas de empleo donde se requiere el uso de nuevas herramientas digitales ; sienten que la sociedad va evolucionando a su alrededor, pero ellos no lo hacen al mismo ritmo y quieren hacer algo al respecto.

Admiten haber vivido situaciones incómodas de desinformación, de pérdida de estatus en su empresa o  se han visto relegados en tareas que ahora realizan compañeros más jóvenes o a los que les gusta «cacharrear» y usan ordenadores y programas informáticos con soltura.

Empiezan a darse cuenta de que se están cerrando las puertas a información actualizada, a oportunidades laborales, a nuevas formas de relación en lo personal y profesional, en definitiva a vivir y trabajar en una sociedad «conectada».

Las personas desempleadas de la asociación cuentan con cierta indignación que están encontrando ofertas laborales que requieren el manejo de aplicaciones distintas del paquete tradicional de ofimática (Word, Excel, Power Point,..) que aprendieron en cursos de ofimática y les preguntan en las entrevistas de trabajo por su actividad en redes sociales profesionales, cuando pensaban que servían para conectarse con familiares, amigos o aficiones».

P: -¿Cómo se ayuda a los socios?

R: -«Además de las terapias grupales iniciales, algunos socios que ya han superado las primeras fases, dan charlas acerca de su experiencia en empresas donde se está llevando a cabo una transformación digital. Les cuentan que están grandes cambios en las organizaciones, tanto en tecnologías de producción como en nuevos modos de relación entre sus trabajadores, con su competencia, sus socios y sus clientes. Y debaten sobre lo que está ocurriendo en otros ámbitos: los medios de comunicación, la cultura, la política, la sanidad, la justicia, la banca, la hostelería, la educación, el deporte, etc.»

Tras esta fase de choque, a través de una red de «voluntarios digitales», programamos talleres para mejorar su competencia digital o sesiones personalizadas a las que acuden tras un autodiagnóstico o porque quieren aprender alguna aplicación muy concreta».

Hoy, durante nuestra visita,hemos asistido a otra sesión grupal con socios que afortunadamente tienen trabajo, y avanzada la sesión se han dado dos datos:

  • La competencia o alfabetización digital, es hoy en día un requisito demandado por las empresas, más incluso, que el conocimiento de lenguas extranjeras.
  • Un alto porcentaje de desempleados tienen escasa o nula competencia digital.

y a continuación se han formulado las siguientes preguntas:

-«Si perdieras tu puesto de trabajo, ¿crees que tendrías serias dificultades para incorporarte a otra nueva empresa por no tener una adecuada competencia digital?»

-«Si tu respuesta crees que es afirmativa ¿estarías dispuesto/a cambiar?»

Durante  5 largos segundos, se ha hecho el silencio, tras el que se ha oido una voz alta y clara:

-«¿Cuándo empezamos?.»

Los nombres y perfiles que  aparecen en esta entrevista pertenecen a la ficción …o no?

Entre las competencias clave que valoran las empresas en un puesto de trabajo está la competencia digital y actualmente es ya una importante muestra de alfabetización.

Algunos enlaces relacionados:

 Las 8 competencias digitales que todo profesional debe tener

informe  “Future Work Skills 2020”

10 competencias clave para el trabajador futuro (basado en Future Work Skills 2020)

 

 

 

 

 

Docentes y alumnos que «curan»… contenidos.

¿Curar contenidos yo? Soy docente, no médico!!

Computer-Emergency-DoctorEl concepto de «curación de contenidos», significa búsqueda, selección, personalización y distribución de información.

Se utilizó inicialmente en el ámbito del marketing digital, pero se aplica ya  en muchos otros campos, como el del aprendizaje a través de recursos digitales.

La mayoría de los docentes, realizan inconscientemente tareas de curadores de contenido, cuando:

  • buscan información para preparar una clase y explicar un tema a sus alumnos.
  • diseñan una actividad donde facilitan a sus alumnos un listado de url´s de interés.
  • o, difunden información acompañada de enlaces, en un artículo del blog del curso como recursos de apoyo didáctico para los alumnos.

Existen numerosas herramientas que facilitan las tareas de curación de contenido,  como son el uso de agregadores, marcadores sociales, etc. que hacen que la información llegue a nosotros casi automáticamente en función de nuestras preferencias y que podamos guardar y gestionar la información para su uso posterior.

Pero, ¿qué tal si guiamos a los alumnos para que  sean ellos mismos quienes adquieran competencia en la gestión de información y se conviertan en «curadores de contenido»? De este modo, la curación de contenidos se convierte en una estrategia didáctica al servicio del aprendizaje también en formación profesional.

El área de búsqueda, filtrado y gestión de información, es la primera de las áreas dentro del  Marco de referencia de la competencia digital en Europa (DIGCOMP) y todo futuro trabajador debería mejorar su competencia en esta y otras áreas digitales a través de la práctica.

Y es que, para que haya aprendizaje en un entorno digital, lo primero es dominar las labores de búsqueda, clasificación, selección, filtrado, síntesis y re-elaboración de información, incluyendo incluso, la elaboración de argumentos y opiniones personales sobre dicha información. El quid estará en diseñar actividades que desarrollen estas competencias de tipo transversal.

Al procesar la información obtenida en Internet, el alumno se esfuerza en comprender, personalizar y asimilar dicha información.

¿Por qué es importante que el alumnado de formación profesional adquiera habilidades en la búsqueda de información?

  • para saber buscar información fiable y contrastada sobre un tema o un caso real relacionado con situaciones profesionales.
  • para que adquiera competencia digital acerca de cómo gestionar información.
  • para buscar/recibir ofertas de trabajo, saber donde realizar distintos tipos de trámites y gestiones personales o profesionales.

Google, actualmente es el buscador por excelencia, y aunque existen otros buscadores, facilita en gran medida la labor de los curadores de contenido gracias a  numerosos servicios y aplicaciones integradas, incluso ofrece distintos recursos para mejorar la experiencia integral de curación de contenidos y que pueden ser de utilidad tanto a nosotros como a nuestros alumnos:

¿Donde están los docentes innovadores de FPE?

¿Donde están los docentes innovadores de FPE?

En la actualidad, si tienes algo de curiosidad por las nuevas tendencias didácticas y las nuevas tecnologías, encuentras cientos de experiencias y buenas prácticas que difunden los profesores, principalmente de los distintos niveles del sistema educativo. También se puede encontrar bastante oferta formativa centrada en este colectivo docente.

Pero apenas encontrarás repercusión de la actividad que llevan a cabo los y las docentes de los cursos para desempleados, en quienes la administración deposita mucha de la responsabilidad de formar a los ciudadanos desempleados y trabajadores de este país con escasa cualificación profesional. Raro, raro…

¿Es que no innovan los docentes de FPE? Y si lo hacen, ¿por qué apenas trasciende?

10 motivos por los que vemos poca innovación en formación para el empleo:

Por parte de los docentes:

  • Falta de oferta formativa de especialización docente centrada en metodologías disruptivas e innovadoras y de competencia digital docente para este colectivo. Sí, esto es cierto, pero la oferta formativa de aprendizaje informal en la red para profesores de educación no discrimina a los docentes de formación para el empleo.
  • Escasa competencia digital en los docentes de FPE. Quienes la tienen la aprenden de forma principalmente autodidacta.
  • La discontinuidad en su contratación como docentes (hecho obvio), puede afectar a su motivación, dado que pasan por periodos de inactividad laboral pero este hecho podría ser considerado como una oportunidad para  actualizar conocimientos y competencias digitales . Entramos en terreno resbaladizo, el de  la actitud hacia el aprendizaje permanente.
  • Escasa cultura del «compartir» entre los docentes, provoca que hayan escasas redes o comunidades de aprendizaje  de docentes de formación para el empleo compartiendo experiencias, buenas prácticas y proyectos. Iniciativas concretas como e-twining se echan en falta en la formación para el empleo a nivel europeo.
  • La difusión aislada en las redes, en los cursos MOOC y en los medios de comunicación, de lo que ocurre en las aulas de cursos para desempleados, en cuanto al uso de nuevas metodologías, recursos didácticos y tecnológicos se refiere, hace que estas experiencias no se contagien.

Por parte de la administración:

  • Los programas formativos oficiales (sea cual sea su familia profesional) no exigen como requisito docente, acreditar competencia transversal en competencia digital, junto a la competencia metodológica.
  • Las administraciones de las CCAA (como consecuencia del punto anterior) no suelen puntuar en sus baremos de valoración de docentes de FPE, como criterios específicos ni la especialización en metodologías didácticas innovadoras, ni la competencia digital docente. ¡Ni siquiera en el certificado de profesionalidad de Docencia de la Formación Profesional para el Empleo, la especialidad de Tutor de Teleformación o Metodología de la Formación Abierta y a Distancia!
  • Las administraciones que gestionan la FPE fomentan y difunden de forma muy tibia, la introducción de nuevas metodologías didácticas que repercutan al fin y al cabo en una mejor calidad didáctica de los cursos y en propiciar ambientes de aprendizaje cercanos a los futuros ambientes laborales del alumnado.
  • Las administraciones que gestionan la FPE centran sus esfuerzos «innovadores» en programar  eLearning o teleformación  para lograr flexibilizar y rentabilizar el acceso a la formación de los desempleados a través del aprendizaje en Internet.
  • Muchos centros de formación de FPE, confunden lo que significa «uso de metodologías innovadoras en las aulas», entendiendo en ocasiones que se trata de dotarlas de pizarras electrónicas y aulas con ordenadores y creyendo que la  inclusión de equipamiento informático y audiovisual garantizara, «per sé» una formación innovadora y de calidad.

Aun en estas circunstancias, algunos docentes de formación para el empleo, empiezan a tener alguna presencia en foros  de innovación didáctica en la red, bien por iniciativa propia, bien porque proceden del sistema educativo o porque participan en iniciativas de algunas administraciones.

Este último caso, que bien conozco,  es el de docentes vocacionales y comprometidos de distintos Talleres de Empleo de la Comunidad Valenciana, que promueve el Servicio Valenciano de Empleo y Formación, Servef.

Un proyecto integral de atención metodológica a este colectivo docente desde 2008 hasta hoy, donde hemos puesto en marcha:

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Este colectivo docente ha aprendido a utilizar de forma autodidacta distintas herramientas TIC como recursos de aula, leen blogs especializados e informes sobre innovación didáctica, comparten sus experiencias, trabajan en equipo para desarrollar recursos didácticos que comparten en la red y participan en foros con otros docentes con sus mismas inquietudes.

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Ellas y ellos, logran motivar a sus alumnos para que adquieran conocimientos y habilidades en especialidades como Albañilería, Mantenimiento o Jardinería a través del aprendizaje basado en proyectos utilizando las TIC. De este modo, el alumnado adquiere competencias digitales en áreas como la búsqueda y gestión de información, la redacción y comunicación en edublogs y redes sociales o la creación de presentaciones con contenido propio de las especialidades y que utilizan para contar lo que aprenden en centros escolares, en rutas turísticas, o en páginas web de su población. Estas competencias mejoran en este especial colectivo de alumnos su autoestima, su motivación por aprender y su capacidad de integración social y laboral.

Estas y estos docentes son mis héroes!

Se busca «Coordinador/a de innovación didáctica»

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Ésta, no es una oferta de empleo real, pero pronto lo será.

El uso de ordenadores para la formación de trabajadores es algo habitual. Los centros de formación para el empleo que imparten cursos con contenidos relacionados con el uso de determinados programas informáticos están dotados desde hace muchos años de una o varias aulas informáticas y necesitan dar respuesta a tareas como:

  • Mantenimiento de los equipos e incidencias habituales de conectividad.
  • Asesoramiento en la búsqueda de presupuestos y compra de programas.
  • Instalación de software y gestión de licencias.
  • Gestión de accesos a los equipos.
  • Orientación a los nuevos docentes en el funcionamiento del equipamiento audiovisual, acceso a los equipos y de posibles aplicaciones de gestión y comunicación relacionadas con la impartición de los cursos.

Para abordarlas, resulta muy conveniente contar con un perfil como es el de «coordinador/a TIC». La mayoría de ocasiones suele asumirlo un/a docente, un/a técnico informático o en muchas ocasiones, alguien del personal del centro con ciertas habilidades digitales…o lo que es peor, nadie.

Hasta aquí todo controlado, o debería estarlo, pero ¿es suficiente?

Venimos oyendo hablar en los medios de comunicación, en blogs, en encuentros educativos, de la gran revolución que se está produciendo con la integración de las TIC en las aulas como herramientas de aprendizaje transversal y que poco a poco está contagiando felizmente a otros ámbitos de la formación de adultos, como es la formación para el empleo.

Para atender adecuadamente las necesidades derivadas de estos cambios, la figura del «coordinador TIC» resultará insuficiente. Es necesario, otro perfil complementario que fomente la aplicación de nuevas metodologías y el uso de las herramientas TIC como recursos de innovación didáctica en las aulas.

Este perfil podría ser el de «coordinador/a de innovación didáctica» que aúne conocimiento y habilidades digitales, así como estrategias metodológicas de uso de herramientas TIC para mejorar los procesos de aprendizaje . ¿Cúales seran sus funciones?

  • Orientación/formación del equipo docente en el uso de aplicaciones disponibles en la nube y sus posibles usos didácticos.
  • Orientación del equipo docente en aprendizaje social y colaborativo.
  • Orientación del equipo docente en «aprendizaje basado en proyectos».
  • Coordinar la creación y validación de contenidos digitales por parte de docentes o empresas proveedoras de eLearning.
  • Mantenimiento de comunidades de aprendizaje de docentes que puedan compartir experiencias y buenas prácticas.
  • Formación a personal de gestión del centro y docentes de los cursos, acerca del uso de plataformas de gestión, comunicación y colaboración.
  • Experimentación continua de nuevas herramientas TIC y sus potenciales aplicaciones en las aulas. Dedicar un tiempo a la investigación y experimentación de las nuevas herramientas y apps que día a día surgen en Internet.

Por lo tanto, no se trata de un «coordinador metodológico» con amplios conocimientos de metodología didáctica, ni de un «coordinador TIC» con amplios conocimientos de informática.

Tardará en definirse una nueva ocupación, dentro de la Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO) que integre estas funciones tecnológicas y metodológicas, así que lo más sencillo es que las lleve a cabo un/a docente con formación en nuevas metodologías y competencia digital avanzada.

En esta ocupación serán fundamentales determinadas capacidades y actitudes como tener una actitud proactiva hacia el conocimiento de las nuevas tecnologías, capacidad de trabajo en equipo, empatía para ser guía y resolver dudas o consultas de sus compañeros,  ser comunicativo con otros docentes y coordinadores de innovación y tener una actitud entusiasta por todo lo relacionado con las nuevas tecnologías y el aprendizaje en el más amplio sentido de la palabra,que buena falta le harán cuando tenga que convencer a la dirección del centro, docentes y los propios alumnos de las bondades de estos nuevos métodos.

¿Te interesan estos temas? Todavía no hay estudios reglados sobre este campo pero empiezan a tratarse estos temas en algunas asignaturas relacionadas con  innovación educativa. Fuera de los estudios universitarios, puedes empezar por buscar en Internet oferta formativa presencial, semipresencial  o 100% online:

Antes de lo que piensas, los centros de formación para el empleo demandarán este perfil. Si crees que tú puedes o quieres ser esa persona, empieza ya a prepararte.

Nativos digitales, digitalmente incompetentes para el empleo

Nativos digitales, digitalmente incompetentes para el empleo

Hace no mucho tiempo, hablando con personal de una Escuela Taller,  me comentaban lo satisfechos que estaban con haber logrado la instalación de un aula informática para el alumnado que se forman en oficios y que en su mayoría proceden de abandono temprano del sistema educativo.

Cuando les pregunté acerca del uso que hacían de los equipos me comentaron que los alumnos acudían allí los viernes, como premio a su comportamiento durante la semana para que se distrajeran un par de horas navegando por Internet.

De esta anécdota, no tan aislada,  se pueden desprender varias ideas:

  • Que los alumnos jóvenes asocian el uso de ordenadores, dispositivos móviles e Internet a  tiempo de ocio, aislado del proceso de aprendizaje y por supuesto del trabajo.
  • Que la mera disponibilidad de equipamiento informático no garantiza la mejora de la metodología de aprendizaje, como podría pensarse.
  • Que saber navegar por Internet o utilizar «Whatsap» en el móvil no equivale a tener competencia digital
  • Que ser una persona jóven que accede con habilidad a dispositivos como un smartphone o un ordenador, no asegura que sepa utilizar correctamente las tecnologías en un puesto de trabajo.

Por tanto, la siguiente fórmula no es cierta:

+ordenadores e Internet en las aulas = (+aprendizaje) + (+ competencia digital)

El informe “Learning and teaching technology options” del Parlamento Europeo (marzo 2015), afirma entre otras cosas que “aunque los alumnos jóvenes son considerados como nativos digitales, tan solo un 30% de ellos pueden ser clasificados como digitalmente competentes”.

Un artículo de Enrique Dans ahonda en este tema.

Los desempleados jóvenes que acuden a los cursos de formación para el empleo (FPE), cumplen este perfil y ni qué decir tiene que los desempleados no tan jóvenes que se incorporan a los cursos, pueden tener incluso un mayor nivel de “incompetencia digital” debido a la famosa «brecha digital», que no es tanto un problema de edad, sino de escasas oportunidades de acceso y uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en entornos laborales y sociales, más allá del uso de teléfono móvil y navegación básica por Internet.

Al hablar de “competencia digital”, no solo hablamos de la relacionada con el manejo de software de ofimática, instalación o configuración de programas o periféricos, sino de ser competentes en distintas áreas que ya han sido definidas a nivel europeo en el informe » DIGICOMP: A framework for Developing and Understanding Digital Competence in Europe» , así como su adaptación en nuestro país  en el»Marco Común de Competencia Digital Docente”(2013) del INTEF.

Estas áreas son 5: Información, Comunicación, Creación de contenidos, Resolución de problemas y Seguridad.

Creé esta infografía como parte de las actividades que he desarrollado dentro de un reciente curso MOOC del Intef, «Enseñar y evaluar la competencia digital».  Este curso,  me ha permitido aprender e interactuar con docentes de muy variadas especialidades y materias, acerca de la importancia de la competencia digital, cómo facilitar al alumnado su aprendizaje y cómo evaluarla.

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La competencia digital, también llamada significativamente “alfabetización digital”, se ha convertido, hoy en día en la lectura y escritura de nuestro tiempo.

Una persona analfabeta es quien no sabe leer ni escribir, una persona analfabeta digital es quien no sabe utilizar tecnologías y aplicaciones digitales.

La competencia digital es tan importante que el Parlamento Europeo en 2006, la incluyó como una de las 8 competencias clave del aprendizaje permanente:

@starpy
Fuente: @starpy

Tendríamos que plantearnos entonces, la necesidad de integrar  la competencia digital en la formación para el empleo de trabajadores y desempleados. Propondría dos opciones alternativas o complementarias, si bien me decantaría por la segunda.

  • como un módulo transversal
  • como competencia a desarrollar y evaluar  en actividades y proyectos que se realicen en todos los cursos.

Si no es así, el sistema laboral estará certificando alumnos que accederán al mundo laboral digital y globalizado, siendo auténticos “incompetentes digitales”.

8 indiscutibles razones para mejorar tu competencia digital como docente de formación para el empleo

En mi trabajo como formadora y dinamizadora de docentes de formación para el empleo he tenido la oportunidad de observar y compartir reflexiones acerca de qué les motiva a mejorar su competencia digital.

Habitualmente escucho las necesidades de formación de docentes de Talleres de Empleo. Consideran necesario estar actualizados en sus respectivas especialidades (desde oficios manuales hasta otros más tecnificados) y en temas transversales como trabajo en equipo, resolución de problemas , metodología didáctica y competencia digital. En el Servicio Valenciano de Empleo y Formación, Servef abordamos en la medida de lo posible estas necesidades y es en el área de competencia digital donde intervengo.

 Trabajan en ambientes de aprendizaje y laborales ciertamente difíciles pero cada proyecto es un reto que cuando finaliza da muchas satisfacciones. El alumnado de estos programas tienen un nivel educativo básico, escasas habilidades sociales, hay un alto porcentaje de parados de larga duración y su motivación por entrar en estos cursos no es tanto el aprendizaje de un oficio, sino tener un salario mínimo durante el tiempo que dura el curso: un “cóctel” difícil de gestionar y donde resulta difícil reavivar la motivación por aprender. Aunque todo ésto daría para otro artículo.

Suelo comenzar los cursos con una encuesta donde los docentes indican su grado de uso de las TIC, qué herramientas conocen, cuando, dónde y cómo las utilizan y lo que es más importante, si las utilizan como recurso de aprendizaje con sus alumnos. En un primer análisis ya se observa que,

  • Los docentes, en un alto porcentaje, utilizan herramientas digitales para buscar información con objeto de preparar sus clases y actividades. (sin entrar en el modo de filtrado, selección y gestión de información)
  • Que tienen una mayor o menor destreza en la elaboración de presentaciones digitales (en su mayoría Power Point) y que preparan actividades de aula donde los alumnos buscan información en Internet y con ella preparan documentos o presentaciones.(sin detenernos en la variedad de herramientas que ponen al alcance de los alumnos y qué métodos de evaluación utilizan para valorar los trabajos de los alumnos).
  • Que no utilizan las TIC de forma habitual en las aulas por falta de dispositivos, por falta de conectividad, por falta de formación, por falta de tiempo y porque  (en opinión de algunos entes promotores) es innecesario para el aprendizaje de una ocupación.

Nada nuevo bajo el sol…Estos resultados bien podrían trasladarse a la mayoría de docentes de formación para el empleo.

Pero si eres docente de formación para el empleo y crees que el uso de herramientas TIC podría cambiar algo el ambiente de aprendizaje que se respira en tu aula, sigue leyendo y descubrirás además 8 indiscutibles razones para mejorar tu competencia digital como docente en formación para el empleo:

  1. Porque vivimos en un mundo que ya es digital, y no entender la competencia digital, cómo enseñarla y cómo evaluarla en los cursos, supone que tú y tus alumnos podéis estar en riesgo de exclusión profesional.
  2. Porque si usas herramientas digitales en tu aula aumentará la motivación de los alumnos y multiplicarás su capacidad de aprendizaje, ya que verán de forma natural cómo se integra la tecnología que ya están utilizando en su vida personal  a través de dispositivos móviles como las tabletas o los smartphones.
  3. Porque los desempleados a los que formas, necesitan desarrollar su competencia digital, para integrarse en empresas que pertenecen a una economía basada en la información y el conocimiento a través de recursos y aplicaciones digitales.
  4. Porque para muchos de tus alumnos desempleados, tus clases son la única oportunidad de acceder a la tecnología y puedes hacerles entender lo útil que podrá ser para su vida personal y profesional.
  5. Porque ampliarás tus conocimientos y capacidades y tendrás más y mejores oportunidades laborales.
  6. Porque los programas formativos de los certificados de profesionalidad y otras especialidades de formación profesional para el empleo aconsejan cada vez más metodologías colaborativas y recursos tecnológicos, independientemente de que pertenezcan o no a familias profesionales relacionadas con informática.
  7. Porque ya existe en la red una amplia oferta formativa abierta, flexible y gratuita que te permite conjugar tus tareas docentes con el reciclaje profesional. Por tanto, los argumentos “no tengo tiempo” y “no tengo presupuesto” ya no son válidos.
  8. Porque es un reto profesional que debes abordar, sin excusas. Si crees que no lo necesitas, piensa que tus alumnos, sí.

¿Se te ocurre alguna razón más?

¿Qué es «innovar en formación»?

En psicopedagogía, «formación» se define como  el proceso mediante el cual se adquieren conocimientos y se posibilita la integración de esos conocimientos a la vida de una persona. Una definición bastante generalista, que precisa muchos matices.

En nuestro país, si hablamos de «formación» relacionada con la obtención de competencias profesionales, el término se complica, no por su valor semántico, sino por su adscripción a distintos organismos públicos. Mal empezamos…
Hablamos de la «Formación Profesional«, tanto en el ámbito educativo como en el ámbito laboral:

  • La Formación Profesional o FP, dependiente del Ministerio y Consejerías de Educación de las CCAA.
  • La Formación Profesional para el Empleo o FPE dependiente del actual Ministerio de Empleo y Seguridad Social y las respectivas Consejerías donde se descentralizan estas competencias en las Comunidades Autónomas.

Veamos cómo se trata de abordar la innovación en ambos casos.

¿Cómo trata de innovar la FPE?

La Administración  laboral a nivel estatal, concretamente el Servicio de Empleo Público Estatal, SEPE, incide en la reciente Ley de Reforma de la Formación para el empleo, que es necesario acelerar  la adecuación de los programas de los certificados de profesionalidad  y especialidades  registradas en su catálogo oficial. ¿Podemos decir que ésto es innovación?

La lentitud de los mecanismos metodólógicos y administrativos establecidos para actualizar currículos y programas formativos, no pueden competir con la velocidad a la que se suceden los cambios en el entorno laboral actual. Estos cambios afectan no solo a los avances tecnológicos en las empresas, sino también a las competencias transversales que un trabajador necesita para trabajar en entornos colaborativos en una economía global, basada actualmente en el conocimiento, la información y la comunicación.

Además un trabajador, independientemente del sector donde quiera trabajar o formarse, necesita adquirir hoy en día, entre otras importantes competencias clave, una serie de competencias digitales que serán a corto plazo, sus herramientas de trabajo habituales.

El trabajador busca cursos que todavía no existen en el catálogo oficial del SEPE o está todavía en fase experimental, o no se ha desarrollado esa especialidad en una modalidad flexible como la teleformación,…. Y es que, insisto, la administración no tiene suficientes mecanismos para actuar con flexibilidad y agilidad cuando se trata de modificar y actualizar  los currículos o programas formativos   de los certificaciones de profesionalidad oficiales y las cualificaciones que acredita.

La realidad es que la Formación para el Empleo, se convierte, para un alto porcentaje de trabajadores con escasa cualificación, en una oportunidad de oro (en ocasiones su «última oportunidad») para adaptarse a un entorno laboral en constante cambio: ocupaciones emergentes, avances tecnológicos, nuevos procesos de trabajo, nuevos estilos de relación laboral, pero todo ello choca con la lentitud de actualización de cualificaciones  y certificados de profesionalidad por parte de la administración laboral.

La nueva Ley de la Reforma de la FP, nombrada anteriormente (ahonda en reformar si, creando mecanismos de inspección y penalización  para evitar el fraude de determinados centros de formación que encontraron en este subsistema un oportunidad de negocio). La ley habla también de fomentar la modalidad de teleformación,… si,pero no se incide en fomentar métodos innovadores y disruptivos de aprendizaje en las aulas(modalidad presencial) de formación para el empleo o de integrar la alfabetización digital en los cursos.

Si el objetivo es cualificar a trabajadores del s. XXI adaptados a las necesidades reales de las empresas, se tienen que buscar otras fórmulas de innovación:

  • Las aulas deben convertirse en verdaderos espacios de aprendizaje para los alumnos y de comunicación con las empresas, antes incluso de realizar periodos de prácticas. Se tiene que acercar la realidad empresarial al alumno y experimentar la resolución de problemas reales y el aprendizaje colaborativo basado en proyectos (ABP), durante el desarrollo del curso. Las prácticas no laborales que realizan los alumnos resultan insuficientes, en ocasiones frustrantes y chocan con la realidad de las empresas que optan por formar directamente a los trabajadores cuando son contratados o recurren a formación privada. Con ello se crea cierta desconfianza en las programas formativos que financia y gestiona la administración laboral.
  • Introducir el uso de dispositivos móviles en las aulas (ordenadores, portátiles, tablets o teléfonos móviles). Esto no debe confundirse con las aulas informáticas que conocemos hasta ahora, que fomentan el aprendizaje dirigido, individual y de manejo de software.
  • Asegurar una óptima conectividad (acceso WIFI a Internet) en todos los espacios de aprendizaje del centro incluyendo talleres y espacios comunes, fomentando el aprendizaje ubicuo (en cualquier lugar,dispositivo
  • Introducir metodologías disruptivas e innovadoras para utilizar los recursos tecnológicos en un ambiente de aprendizaje personalizado y colaborativo.
  • Requerir y contratar docentes competentes en materia digital y metodologías innovadoras en las aulas.

¿Cómo innova la FP del sistema educativo?

Desde hace unos años viene produciéndose un movimiento de innovación en el ámbito educativo, tanto en Primaria y Secundaria, como en FP y las universidades, fomentado tanto por las administraciones públicas educativas, como por parte de docentes, primero como experiencias aisladas y luego en colectivos, asociaciones, comunidades y últimamente con programas específicos de actualización docente con financiación pública.

Esta intensa actividad se está traduciendo en iniciativas de formación tanto formal como informal  en competencia digital docente, metodologías innovadoras, creación de repositorios de recursos didácticos (Procomún, Agrega ) y planes de centros experimentales TIC, incipiente introducción a la Robótica, etc.

No deja de ser curioso que en España, sea el sistema educativo el que se preocupe más del aprendizaje permanente (a lo largo de toda la vida) de los futuros trabajadores, que el propio sistema de Formación para el empleo, cuando los alumnos de la FPE no son los “futuros” sino los “actuales” trabajadores que deben insertarse de forma inmediata en empresas inmersas en la economía del conocimiento.

Ya va siendo hora que nos planteemos  empezar realmente a innovar en “Formación profesional para el empleo”, ¿no les parece?