-«Me llamo Verónica y he sido hasta ahora una analógica convencida».
-«Hola, soy Eduardo y reconozco que de vez en cuando sale mi lado analógico».
Hoy entrevistamos a Sara, coordinadora de la «Asociación de Analógicos Anónimos«:
P: -¿Cuál es el perfil de las personas que acuden a vuestra asociación?
R: -«Quienes acuden a nosotros, reconocen tener escasas habilidades digitales que les hace sentirse excluidos social o profesionalmente y buscan una salida. Aquí encuentran apoyo en otras personas con las que se identifican y les ofrecemos distintas alternativas para salir de su situación. Es un gran paso para iniciar el cambio».
P: -Acabamos de escuchar cómo se presentaban dos nuevos socios.
R:- Si, Verónica y Eduardo, rondan los 55 años y eran «analógicos convencidos» pero han dado un paso adelante. Empezaron a utilizar ordenador cuando ya llevaban un tiempo en sus empresa y lo han utilizado como una versión avanzada de la máquina de escribir y el correo electrónico es su herramienta de comunicación digital por excelencia. Reconocen utilizar muy poco los ordenadores fuera del trabajo, porque dicen ser de «otra generación», eso sí sus hijos les ayudaron a instalar hace poco whatsapp en sus móviles.
P: -¿Hablamos entonces de socios con determinada edad? ¿Es la edad la brecha digital?
R: -«Para nada, en nuestra asociación vemos personas de muchas edades, unas aprendieron a manejar un ordenador al incorporarse al mundo laboral, o en el colegio, pero su historia es de una relación amor-odio con la tecnología. En las primeras sesiones, muchos reconocen que la tecnología nunca ha sido lo suyo.Suelen comentar:»Eso es cosa de informáticos o de frikis«. Además, se justifican diciendo no tener tiempo, ni en el trabajo ni en casa para aprender a usar tantas aplicaciones y dispositivos.
Ayer mismo, dos compañeras de trabajo con 15 años de experiencia laboral , afirmaban que una aplicación corporativa, M. Office y el buscador de Google eran más que suficientes para realizar su trabajo, pero en su empresa han empezado a trabajar con compañeros de otras oficinas en distintos países y les hablan de «aplicaciones en la nube» y trabajo colaborativo.
Lo que notamos últimamente es que se acercan a la asociación jóvenes que utilizan Internet en sus móviles y en ordenadores pero están intuyendo usos y beneficios de Internet que se están perdiendo y buscan quien les ayude a descubrirlos. Tenemos claro que la clave no es la edad sino su actitud frente al cambio».
P: -¿Cuál suele ser su motivación para acercarse a esta asociación?.
R:-«Muchos reconocen que últimamente están dejando pasar oportunidades de mejora profesional, se auto-excluyen de determinadas ofertas de empleo donde se requiere el uso de nuevas herramientas digitales ; sienten que la sociedad va evolucionando a su alrededor, pero ellos no lo hacen al mismo ritmo y quieren hacer algo al respecto.
Admiten haber vivido situaciones incómodas de desinformación, de pérdida de estatus en su empresa o se han visto relegados en tareas que ahora realizan compañeros más jóvenes o a los que les gusta «cacharrear» y usan ordenadores y programas informáticos con soltura.
Empiezan a darse cuenta de que se están cerrando las puertas a información actualizada, a oportunidades laborales, a nuevas formas de relación en lo personal y profesional, en definitiva a vivir y trabajar en una sociedad «conectada».
Las personas desempleadas de la asociación cuentan con cierta indignación que están encontrando ofertas laborales que requieren el manejo de aplicaciones distintas del paquete tradicional de ofimática (Word, Excel, Power Point,..) que aprendieron en cursos de ofimática y les preguntan en las entrevistas de trabajo por su actividad en redes sociales profesionales, cuando pensaban que servían para conectarse con familiares, amigos o aficiones».
P: -¿Cómo se ayuda a los socios?
R: -«Además de las terapias grupales iniciales, algunos socios que ya han superado las primeras fases, dan charlas acerca de su experiencia en empresas donde se está llevando a cabo una transformación digital. Les cuentan que están grandes cambios en las organizaciones, tanto en tecnologías de producción como en nuevos modos de relación entre sus trabajadores, con su competencia, sus socios y sus clientes. Y debaten sobre lo que está ocurriendo en otros ámbitos: los medios de comunicación, la cultura, la política, la sanidad, la justicia, la banca, la hostelería, la educación, el deporte, etc.»
Tras esta fase de choque, a través de una red de «voluntarios digitales», programamos talleres para mejorar su competencia digital o sesiones personalizadas a las que acuden tras un autodiagnóstico o porque quieren aprender alguna aplicación muy concreta».
Hoy, durante nuestra visita,hemos asistido a otra sesión grupal con socios que afortunadamente tienen trabajo, y avanzada la sesión se han dado dos datos:
- La competencia o alfabetización digital, es hoy en día un requisito demandado por las empresas, más incluso, que el conocimiento de lenguas extranjeras.
- Un alto porcentaje de desempleados tienen escasa o nula competencia digital.
y a continuación se han formulado las siguientes preguntas:
-«Si perdieras tu puesto de trabajo, ¿crees que tendrías serias dificultades para incorporarte a otra nueva empresa por no tener una adecuada competencia digital?»
-«Si tu respuesta crees que es afirmativa ¿estarías dispuesto/a cambiar?»
Durante 5 largos segundos, se ha hecho el silencio, tras el que se ha oido una voz alta y clara:
-«¿Cuándo empezamos?.»
Los nombres y perfiles que aparecen en esta entrevista pertenecen a la ficción …o no?
Entre las competencias clave que valoran las empresas en un puesto de trabajo está la competencia digital y actualmente es ya una importante muestra de alfabetización.
Algunos enlaces relacionados:
Las 8 competencias digitales que todo profesional debe tener
informe “Future Work Skills 2020”
10 competencias clave para el trabajador futuro (basado en Future Work Skills 2020)